Fast Lap con Humberto Janssens
Vivimos una experiencia única, ser copilotos de H. Janssens en el Porsche 911 GT3 RS del equipo JetJoker Racing Team.
[suffusion-widgets id=’1′]
Si subirse en un Porsche ya es una experiencia inusual y digna de contar, imaginad lo que se siente yendo de copiloto en un 911 GT3 RS de nada menos que 415cv, pero si además es conducido por uno de los pilotos más rápidos del país y Campeón de Andalucía de Circuitos de 2013, se convierte en una de esas aventuras automovilísticas que se queda grabada en tu memoria para siempre.
En el boletín de noticias del equipo JetJoker os contamos a menudo cómo el publico que va a los trackdays se sube de acompañante con Janssens en el Porsche 911, y es que el equipo JJRT tiene a disposición de los aficionados un servicio de «copiloto de alquiler» que está funcionando bastante bien, por sólo 50 € puedes ser testigo de una lección magistral de pilotaje, y circular dentro del trazado a velocidades a las que muy pocos pueden ir.
Ya sea como regalo de su pareja, como capricho personal, como vivencia o incluso otros pilotos para aprender técnicas de conducción deportiva… Cada vez que el equipo JJRT hace su aparición en algún circuito con el GT3 RS la gente acude para montarse en él. Y es que ver cómo Janssens negocia las curvas y ‘pelea’ con el volante para llevar al 911 por la trazada perfecta -todo ello a velocidades a las que los mortales solo podemos soñar- es algo que no tiene precio.
Esta vez nos ha tocado a nosotros vivir esta experiencia, no sin antes tener que guardar cola y esperar nuestro turno, pues el 911 rara vez entra a pista con el asiento del acompañante vacío, pero esta vez os lo vamos a narrar en primera persona con el fin de poder transmitiros mejor lo que se siente.
Es el último TrackDay del verano en el Circuito Mike G. de Guadix, se empieza a poner el sol y llega el momento esperado. Me pongo el casco antes de subirme al coche, los nervios empiezan a aparecer… Nada más ‘encajarme’ en el bacquet del Porsche y ponerme el cinturón, ver cómo Janssens se atavía religiosamente con los guantes, sotocasco, casco, y arnés ya me transmite seriedad y algo de miedo… los demás pilotos que participan en el trackday no llevan tanta protección, será necesaria?
Todo preparado ya, estamos esperando a que nos den acceso y podamos entrar a pista. A través del casco OMP la mirada de H. Janssens es fría, con el temple de un maestro y la concentración de un deportista de élite, pero por alguna extraña razón no me sorprende, antes de subirme lo he visto rodar ‘desde fuera’ y sé de lo que es capaz, en mi interior sé que para llevar el GT3 al ritmo que él lo lleva hay que tener nervios de acero y unas dotes de pilotaje de un nivel inalcanzable para la mayoría de nosotros.
El director de carrera nos enseña la bandera verde y entramos en pista, y no a una cualquiera, sino al que todos los pilotos catalogan como el trazado más técnico del sur del país. Mi respiración se acelera y mi mente me prepara para lo que está por llegar… «La primera vuelta es de calentamiento, irá despacio» te dices a ti mismo, pero Janssens toma la chicane de final de recta a un ritmo al que jamás había visto antes, y si estamos calentando y es la primera curva, cómo serán las demás?
Pues sí, conforme vamos enlazando curvas y el motor y los neumáticos (de calle y a medio uso) van cogiendo temperatura el ritmo va aumentando… más aún. El paso por curva es rapidísimo, las rectas se acaban antes de que te des cuenta… Hay momentos en los que no sabes donde mirar, todo pasa tan rápido que si quieres mirar el velocímetro no te da tiempo a ver la trazada, y si quieres mirar la trazada te pierdes cómo mueve el volante y mete marchas.
Seguimos dando giros al trazado, ya con temperatura óptima, y el ritmo por vuelta sigue incrementándose hasta el punto de que Janssens está sobrepasando el límite de adherencia de los neumáticos, al fin y al cabo son gomas de calle y no slicks, así que esto tenía que ocurrir más tarde o más temprano. Sorprendentemente todo sigue bajo control, y compruebo con admiración cómo por muy rápido que vayamos, Humberto controla los subvirajes y sobrevirajes de forma asombrosa, casi automáticamente, nunca pierde el control del vehículo, sus guantes OMP se agarran a la piel vuelta del volante como si este fuera una prolongación de su cuerpo.
Seguimos completando vueltas al circuito a velocidad de campeonato, Janssens ataca los pianos a un ritmo trepidante y sigue luchando cada vez más contra la aparición de subvirjaes y sobrevirajes, síntoma de que las gomas están llegando al final de su vida útil víctimas de este ritmo endiablado al que rodamos, pero el 911 obedece las órdenes del piloto y va por la trayectoria que le marcamos. Las correcciones sobre el volante son rápidas y precisas, sin brusquedades, con una coordinación de movimientos digna de un piloto de mundial, es increíble ver cómo ocurre todo esto a la vez que nos transmite una gran sensación de seguridad, todo un ejemplo de conducción de alto nivel.
Los Porsche 911 siempre han tenido fama de ser delicados en su conducción debido a que llevan el motor colgado del eje trasero, lo que los hace un poco más difíciles de llevar que cualquier otro coche deportivo y más subviradores o sobreviradores en casos extremos, y aunque durante estos 50 años de perfeccionamiento del 911 se ha conseguido paliar bastante el comportamiento ‘especial’ de este modelo, lo cierto es que sigue precisando un pilotaje especial, lo que añade más mérito aún a Janssens y nos deja más atónitos cuando llegamos a las dos curvas más sobreviradoras del circuito y vemos cómo las negocia con pasmosa facilidad.
Una de las cosas que te vienen a la cabeza a los que hemos tenido la oportunidad de conducir en Guadix es que a nosotros ya se nos habría cruzado el coche, puesto que en estas curvas tienes que entrar con cuidado, porque si entras colado tienes riesgo de «perder el culo» y que sufras un sobreviraje difícil de controlar, y por el contrario, si entras mas recto de la cuenta, aparece el odiado subviraje que te deja sin dirección.
Así que sigo sorprendiéndome, pues no basta con ser capaz de domar esta bestia de más de 400 cv, sino que este piloto ha llegado a superar ese punto de conocimiento en el que el coche ya no tiene secretos para ti y sabes sacarle todo su jugo, ese punto en el que eres totalmente consciente de los límites del motor, chasis y neumáticos y puedes extraer todo lo que el vehículo es capaz de dar. Ahora comprendo el motivo de que el equipo haya adquirido el nuevo GT3 Cup, este GT3 RS se le ha quedado pequeño a Janssens!
Me encuentro ya en una de las últimas vueltas y creo que me voy acostumbrando a rodar a este ritmo, tanto que empieza a aparecer una sensación que me confunde un poco, y es que a pesar de lo rápido que vamos, hay momentos en los que ya no lo parece, pero entonces alcanzamos a otro coche de los que están rodando en pista, y cuando lo doblamos me doy cuenta realmente de que vamos a una velocidad vertiginosa, porque, o los demás vehículos que están circulando van parados, o nosotros vamos rápido, muy muy rápido.
Entonces, si vamos tan rápido como para haber adelantado a un coche y que este pareciera parado, por qué siento esto, por qué parece que vamos despacio? La conclusión llega pronto, ya me habían hablado de esto previamente, no es que vayamos despacio sino que la forma de pilotar exacta y perfeccionista de Janssens logra que el GT3 ruede a un ritmo rapidísimo sin brusquedades, hace que todo ‘parezca’ fácil.
Antes de subirte piensas que vas a experimentar unos vaivenes incómodos y brusquedades por doquier, pero en el interior del 911 todo va suave, todo bajo control, como se rueda en un circuito, trazando bien, hilando fino, buscando la perfección. Y es que lo que hace a Janssens diferenciarse de los demás pilotos es eso precisamente, su búsqueda constante de la perfección, el ser un piloto que siempre busca mejorar, exigente consigo mismo, para el que sus tiempos «nunca son suficientes» y esto te lo transmite a ti a modo de una experiencia inolvidable.
No sé si te he podido transmitir todo lo que sentí, pero lo que sí te digo es que todo lo que has leído es lo que viví, así que si vas al circuito y tienes la posibilidad de subirte con él, no lo dudes, es una experiencia de esas que aburrirás a tus amigos de tanto contarla, de esas que queda automáticamente grabada en tu memoria como una de las mejores que has vivido, de esas que te alejan de la realidad y te sumergen en el mundo de las carreras profesionales, durante unas vueltas te sientes como los pilotos que ves por la tele o en revistas… y es que estoy seguro de que nunca habrás rodado tan rápido. Vale la pena.
Texto y Fotos: JuanGa RR.
______________________________________________________
También te puede interesar:
[suffusion-widgets id=’2′]